lunes, 30 de mayo de 2011

¿Es Aguirre la coartada de Agapito?

Me permitirán, queridos amigos, que sea escéptico. Que no me crea casi nada de la gente que ha perdido la credibilidad. Me parece una buena noticia que Aguirre haya sido renovado pero no me parece suficiente para el nuevo proyecto del Real Zaragoza. Tampoco me gusta que una noticia de ese calado haya sido ofrecida sin mayor lustre y boato, con una referencia breve y concisa un domingo por la mañana en la web oficial del club. Sin declaraciones del técnico mexicano y del presidente, ante los medios de comunicación, con una rotunda declaración de intenciones. ¿De qué se esconde Agapito? ¿Por qué no quiere que hable la estrella de su nueva etapa en el Real Zaragoza?

Insisto en que no me fío del presidente y que cualquier cosa que haga la pongo en cuarentena. Sigo pensando en que está convencido que el Real Zaragoza es él, que el zaragocismo se desprende de su persona y que si él se marchase, todo se vendría abajo. Les suele pasar a los políticos que llevan muchos años en su poltrona y que solamente se dejan aconsejar por quienes le regalan los oídos a cambio de favores y prebendas. No tienen contacto con la realidad y se engañan a sí mismos hasta que la vida les pone en su sitio.

No sé qué piensa hacer, ni cómo afrontar los pagos inminentes, a no ser que siga dilapidando el patrimonio (escaso y cada vez menos iportante) del club. Cada vez queda menos que ofreceren en el mercado y hay que comprar, porque no hay plantilla para comenzar la pretemporada.

Esto es lo que hay, que nadie les engañe. Los milagros ocurren pocas veces y hemos agotado el cupo. Aguirre es nuestro único asidero pero ni el propio entrenador es capaz de repetir una proeza como la del año pasado. No se puede vivir siempre de gestas, de acciones épicas, de batallas heroicas. Consiste en tener un proyecto, en hacer las cosas bien y en rodearse de profesionales que dirijan un club al margen de caprichos y ensoñaciones.

domingo, 22 de mayo de 2011

El cambio de un destino

Hola, amigos. Está a punto de amanecer, hace dos horas que he llegado a casa y aunque me he entregado durante siete horas a mis oyentes a través de Aragón Radio, aún siento ganas de comunicarme con las personas que han sabido hacer grande el zaragocismo en una jornada tan especial.

Nunca antes he disfrutado de una sensación tan placentera como la saboreada durante todo el día de hoy en Valencia. He narrado seis finales de la Copa del Rey, una supercopa de Europa y la gran final de París. Pero jamás había estado tan orgulloso de la afición zaragocista como en Valencia. Era algo tan cruel como evitar un descenso, pero tan maravilloso como apreciar una corriente tan fuerte como la que miles de personas han protagonizado en el estadio del Levante.

Ha quedado demostrado que nada puede parar a esta afición. Y que los jugadores han sabido asimilar la gran lección de zaragocismo de tantos seguidores blanquillos repartidos por el mundo. Pese a Agapito y a sus más próximos colaboradores, pese a la prensa nacional en nuestra contra, pese a los arbitrajes, pese a todo lo divino y humano que ha estado presionando nuestra permanencia, el éxito de la marea zaragocista ha tenido su eco en una brillante victoria en la capital levantina.

Ahora queda que se precipite la marcha de Agapito, aunque haya manifestado que se encuentra con fuerzas para seguir. Que no se engañe, que el zaragocismo no le quiere, que la gente clama por su salida del club, que es lo peor que le ha pasado al Real Zaragoza en toda su historia. Él y su gente sobran de esta prestigiosa entidad. La única posibilidad del cambio de un destino impuesto y forzado es que nos deje en paz, que pille el dinero que sea y que diga adiós, porque Zaragoza, Aragón y el espíritu de esta afición no se merece este castigo.

lunes, 16 de mayo de 2011

El último peldaño

Embargado todavía por la emoción del partido contra el Español, merece la pena poner los dos pies en el suelo y no fiarse. Es el peor momento para un resbalón porque podemos rodar por la escalera hasta abajo. Hemos llegado al partido definitivo de la Liga con la posibilidad de permanecer en la categoría por nosotros mismos. Es una ventaja que debemos saber aprovechar y hacerla rentable en el desplazamiento a Valencia.

Que nadie piense que va a ser sencillo, que nadie piense que el levante se va a dejar ganar. Que nadie piense que, de repente, el Real Zaragoza va a marcar goles con facilidad y a no sufrir en errores fatales en la zaga. Si sequiere ganar en el Ciudad de Valencia, hay que jugar con responsabilidad y muchísima concentración, sin acudir al vetusto estudio azulgrana de campo y playa. Dejémonos el flotador de "patito" y acudamos con toda nuestra energía, con toda nuestra ilusión, demostrándole al Levante que el Real Zaragoza acude con todo su armamento y que su capacidad de fuego es letal.

Me gustaría que las gradas estuvieran pobladas de seguidores blanquillos. Son poco más de 300 kilómetros y el desplazamiento es cómodo, la ciudad preciosa y el clima formidable. Sería una gran despedida a una atroz temporada llena de peligros, problemas y preocupaciones. Un final que no presumíamos tan feliz hace apenas cuatro días y menos en el arranque de la competición, cuando el equipo estaba hundido en la cola.

Lo he dicho por la televisión y por la radio, y quiero dejarlo escrito: Agapito está obligado moralmente a organizar un convoy especial de seguidores blanquillos a valencia. Gratis para los abonados y con precios populares para el resto de los aficionados. Una marcha zaragocista que tenga el retorno del club a una afición que ha sido lo mejor de la entidad y que merece detalles de un presidente que, nada más terminar la Liga, debería cerrar los frentes abiertos, vender el club y desaparecer de una Institución que ha pasado por los peores momentos de su historia bajo su mandato.

jueves, 12 de mayo de 2011

Crueldad insoportable

El Real Zaragoza ha perdido gran parte de sus opciones de permanecer en la Primera División al ser derrotado por la mínima en Anoeta. Pero no todas. Aún nos queda vida. Se arrojó por el sumidero la primera parte con una actitud insegura y sin ideas y se dilapidó una ocasión de oro para ganar el partido en la segunda mitad. Tras el gol de Tamudo el Real Zaragoza se deshizo como un azucarillo en una taza de café hirviendo y estuvo a merced de la Real Sociedad.
Como ocurriese en la Romareda hace tres días, el segundo acto del partido fue diferente. Los blanquillos tomaron el mando del encuentro, lo empataron y a punto estuvieron de marcar un segundo gol que hubiera hundido a los donostiarras. Pero otra vez se equivocó Aguirre en los cambios, que no llegaron cuando se vino arriba la Real, que marcó en el minuto 42 el tanto que puede sentenciar a los zaragocistas a la Segunda División.

Errores puntuales, fallos evitables, falta de concentración en unos minutos finales que nos dejan en posición de descenso a falta de dos jornadas. Con un solo punto sumado en los dos últimos partidos, ahora estaríamos fuera del descenso y metiendo en el lío al resto de los implicados.

Lamentablemente el triunfo en el Santiago Bernabéu pudo ser el canto del cisne de un equipo, de un club, que ha sometido a una crueldad insoportable a su afición, condenada desde el principio a un sufrimiento inhumano. No sé qué va a ocurrir en las dos próximas jornadas, pero ahora la Segunda División está cada vez más cerca y nos ahoga con su proximidad.

Además, ganó Osasuna en el último suspiro remontando un 0-2 en contra del Sevilla, el Hércules certificó su descenso, el Levante seguirá en Primera y el próximo domingo se enfrentan Gretafe y Osasuna. Se trata de una agonía dolorosa, pero todavía nos late el pulso. Muy débilmente, eso sí.

lunes, 9 de mayo de 2011

Abonados al sufrimiento y a la desolación

No estoy sorprendido por la derrota porque la estadística no nos favorecía. Veníamos de hacer una hombrada en Madrid, habíamos ganado cuatro partidos consecutivos en casa y recibíamos al peor adversario posible. Vencer tres partidos seguidos y rozar la permanencia era demasiado hermoso para que se volviera realidad y la pesadilla convirtió en una tragedia un sueño que se prometía muy feliz.

No debemos engañarnos porque la plantilla es corta, está desequilibrada y falta gol. Eso ocurría la comenzar la Liga y pasa ahora, por lo que no es de extrañar que suframos como perros y que nuestras opciones de permanencia sean escasas. La buena noticia es que hoy no estamos en posición de descenso y hoy todavía tenemos posibilidades de salvarnos. La mala noticia es todo lo demás y que el resto de los combatientes por el tercer puesto para el descenso, saben jugar mejor que nosotros en estos barros.

La verdad es que Aguirre se vio superado por Mendilíbar y los jugadores no estuvieron a la altura de las circunstancias. Y que se mereció la derrota porque las ocasiones hay que marcarlas. Esta vez no hubo incidencias arbitrales que nos perjudicasen ni ambientes hostiles que nos desestabilizaran. Si no son capaces de ganar con el clima que se vivió ayer el la Romareda, apaga y vámonos. Todos hicimos nuestros deberes menos el equipo, fundido y acabado en la segunda parte. Derrotado y sin fe, apabullado por el contragolpe navarro.

Ahora habrá que ganar dos de los tres partidos que faltan. Y no creo que la Real Sociedad nos vaya a regalar nada. Venimos de donde venimos y podemos terminar donde no se merece la afición, pero sí los responsables administrativos y deportivos de este club. Tendrán que hacer bien los deberes lo pupilos de Aguirre y el propio técnico para no dejarse llevar por el pesimismo y acudir rendidos a Anoeta.

Ya está bien de finales, de agonías, de sufrimientos. Esto no hay dios que lo soporte. Y que ahora no nos vengan con milongas de otro "partido histórico", de otra "gran final". El crédito se ha terminado y serán ellos mismos los que salven su cabeza sin pedir nada a una afición injustamente tratada y harta de tanta mediocridad, vulgaridad y tontería.

sábado, 30 de abril de 2011

Yo también estuve allí

No hay satisfacción mayor en el fútbol que un triunfo contra pronóstico en un estadio adverso y cuando nadie da un duro por ti. Y si ese triunfo es el estadio Santiago Bernabéu, miel sobre hojuelas. La victoria en el feudo merengue fue brillante, espectacular y merecida, totalmente justa y con un planteamiento táctico y ejecución sobre el terreno de juego incontestable.

Es la cuarta en la historia del zaragocismo y he tenido el honor y la fortuna de estar en las cuatro, de radiar todos los triunfos blanquillos en el viejo Chamartín. Quizás no haya sido tan espectacular como la del 1-5, pero esta tiene muchísimo mérito por la situación, los antecedentes y el momento, de absoluta necesidad para lograr la permanencia en la Primera División.

Mi enhorabuena a Javier Aguirre, fundamental en la reconstrucción de un equipo destrozado hace unos meses y que ha sabido transmitir a los jugadores una energía vital que nos permite seguir luchando por evitar el trauma de un descenso que sería una tragedia. También a la plantilla, que merecen el aplauso por su intensidad y, especialmente a la hinchada blanquilla que tiene fe en una ilusión que ni Agapito ha podido quitarle al zaragocismo.

Y ahora, a jugar el partido más importante del siglo XXI. Con respeto a un adversario complicado y muy difícil, pero con la moral que otorga ganarle al Madrid en su estadio.

martes, 26 de abril de 2011

Nos hemos ganado el derecho a sufrir

Otra victoria agónica al amparo de la afición zaragocista. Tres puntos que se suman con padecimiento y nerviosismo, con los últimos minutos atrincherados en nuestra portería. Pero tres puntos que, al fin y al cabo, son fundamentales para tener esperanzas, una semana más, de eludir el terrible descenso. Los delanteros no marcan y tiene que ser la fortuna quien, esta vez, nos conceda el triunfo. Porque el gol llegó de rebote, cuando Braulio, Sinama, Bertolo o N'Daw tuvieron ocasiones más que suficientes para solventar con garantías el encuentro.

El colista nos puso a prueba y a puto estuvo de conseguir el empate en los últimos minutos. El equipo dio un paso atrás con el 1-0 porque tiene miedo a perder y se refugia en su área porque no quiere cometer errores. Pero se defiende sin contundencia, con más coraje que inteligencia y se juega con fuego porque, cualquier fallo puede significar el suicidio.

No se le puede pedir más a una plantilla mal construída, desequilibrada, sin excesivo talento y con muy poco gol en sus botas. Se trata de un vestuario fuerte, comprometido en la debilidad y con un técnico que ha sabido formar un grupo lo suficientemente valiente como para aguantar las angustias de un final de Liga enloquecido.

El lunes nos ganamos el derecho a sufrir, que significa que estamos vivos y que dependemos de nosotros para no precipitarnos al infierno de Segunda. Nada más. Y nada menos, porque es a lo máximo que se puede aspirar.

martes, 19 de abril de 2011

Días de profunda tristeza

Resulta imposible de todo punto. Jugando bien, jugando mal, con una disposición táctica o con otra, al final siempre mordemos el polvo. Y suele pasar que nos marcan cuando mejor estamos jugando, y que nos pitan penalty en contra después de no señalarnos uno a favor, y que nos enseñan tarjetas a los cinco minutos de empezar el partido poniendo los colegiados el listón muy alto y luego se olvidan de mostrarlas por jugadas muy similares a los contrarios. ¡Qué fácil es pitarle mal a un equipo que es carne de cañón! Y luego los comités se ríen en nuestras narices a la hora de rectificar claros errores arbitrales...

Pero de todo este desastre tiene la culpa el presidente del Real Zaragoza, denunciado por todo el mundo, con una deuda espectacular y con una plantilla tan descompensada como pobre en talento. Es un milagro que aún no estemos descendidos con tan lamentable gestión social, económica y deportiva. La diferencia entre el trabajo del Villarreal los diez últimos años y el desastre del Real Zaragoza en el último lustro queda bien a las claras en la evolución del "submarino amarillo" y el hundimiento del Real Zaragoza, que se aferra a la implicación de su grupo humano y a la actitud irreductile de su afición. Pero ya saben cómo terminan las grandes gestas bélicas: Numancia contra los Romanos, Zaragoza contra las tropas Napoleónicas, Hungría contra la Unión Soviética... héroes muertos y una memoria que honra la valentía pero que castiga la debilidad ante los poderosos.

Estoy cansado, harto, desanimado por tanto sufrimiento. Por luchar para mantener la categoría y por el futuro incierto que se nos avecina incluso con la permanencia. Es injusto que hayamos caído tan bajo por culpa de gente que ni es zaragocista ni entiende es espíritu de nuestro león en el pecho. Y de esta manera, lo normal será que terminemos hundidos en un barro del que intentamos salir tantas veces como la bota del enemigo nos hunde la cabeza en las aguas fecales que desfiguran nuestro rostro arrastrado por los bajos fondos donde hemos terminado sin fuerzas para levantarnos.

Semana de pasión, días de profunda tristeza, a la espera de otra noche heroica contra el colista, que se jugará en la Romareda su última baza para asirse a la esperanza de evitar el descenso.

martes, 12 de abril de 2011

Un paso más hacia la salvación

Quieren putearnos y no saben cómo. Ahora les da por fijar nuestros partidos los lunes a las nueve de la noche. Tres seguidos y dos en casa, pero les ha salido el tiro por la culata. Supongo que perderemos en Villarreal, porque son mejores que nosotros y deben resarcirse de la goleada sufrida en Valencia, aunque igual montan la "puerta del Carmen" y se traen un punto; que sería muy sabroso para acelerar la permanencia. El caso es que el lunes la afición estuvo otra vez genial y la Romareda presentó una fenomenal entrada, con un público implicado desde el comienzo. Y el lunes después de Semana Santa habrá más gente que el sábado a las seis de la tarde, por ejemplo, o sea que si era por fastidiar, que se joroben ellos.

Tampoco es plan los arbitrajes que nos colocan. El de ayer fue lamentable, más por la falta de carácter y criterio de Estrada Fernández que por otra cosa. Un colegiado tan "tierno" no estaba capacitado para pitar un encuentro tan complicado por el entorno. O los del Comité de árbitros no saben, o no pueden. Ya es hora que se democratice y se renueve el arbitraje español, perdido en la noche de los tiempos.

De todas formas, el Real Zaragoza le ganó la partida al Getafe. Y no por los balones arrojados en los últimos minutos del partido al campo, sino por un primer tiempo formidable donde solamente la penalización del único error en la defensa, sirvió para que se marchasen vivos al descanso.

No me gusta que se recurra a determinados gestos que hemos criticado fuera de la Romareda. Pero creo que Aguirre le dio demasiadas vueltas al asunto y no merecía la pena tanto tiempo de la rueda de prensa. Se piden disculpas, que estuvo muy bien, y a otra cosa, mariposa. Excepto que fuera una estrategia para asumir las culpas antes de las acusaciones y desviar la situación mediática a otros aspectos al margen del deportivo. Lo de Ángel Torres, Míchel y parte de la prensa de Getafe era lógico, y nos pusieron de vuelta y media.

Que Agapito tiene que "retratarse", está claro. Tampoco me gusta que vayamos por ahí sin pagar a nadie y perdiendo el crédito de muchos años en este sentido. Pero Angel Torres quiere sacar tajada, bien haciendo que el público azulón tenga otro foco de atención que su gestión misma, bien con la intención que el traspaso de Gabi le salga gratis.

lunes, 4 de abril de 2011

Volvemos con las manos vacías, otra vez

Es el signo de los tiempos que nos toca vivir. Ya pasó en la década de los cincuenta, con la ruina de Torrero y el descenso del Real Zaragoza a Tercera División. Parecía que el mundo se terminaba y que el fútbol desaparecía de la ciudad. Y llegó la construcción de la Romareda y más tarde la venida de "los magníficos", que dieron tanta gloria al zaragocismo. Después llegaría una década con dos descendos a Segunda División, unos años de transición sin lustre y otra vez la Copa en el 86. Y así hasta la Recopa, con quince años de sobresaltos y de pérdida permanente de identidad e importancia en el plano futbolístico nacional.

Ahora estamos en la quiebra económica y con una plantilla que jamás pensamos que íbamos a soportar. Animándoles incluso porque el talento no les da para más, cambiando la exigencia de una crítica Romareda al apoyo incondicional para que consigan una victoria por la heroica (otra más) ante el Getafe. Hace unos años sonaría a broma de mal gusto, pero ahora estamos hundidos hasta el cuello y se trata de sacar la cabeza para tomar aire y seguir desenterrándonos.

En Sevilla se hizo lo que se pudo y no fue suficiente. Se mejoró, dio la impresión el equipo de mayor combatividad y se crearon ocasiones de gol. Pero faltó acierto, algo de suerte y un árbitro más afortunado, demasiadas combinaciones negativas para sumar los tres puntos en el Sánchez Pizjuán donde, al final, en las últimas temporadas salimos goleados.

Habrá que hacer un llamamiento a la afición para que acuda el lunes a las nueve a la Romareda para animar a los jugadores, que ya empiezan a tener muchas dudas sobre la permanencia porque los números no salen y los demás parecen haberse escapado de la quema. Sólo somos cuatro equipos para tres puestos y eso es tan peligroso como estresante para una plantilla blanda y por encima de sus posibilidades.

lunes, 28 de marzo de 2011

Sin novedad en el frente

Falta cada vez menos para que ocurra algo, porque algo tiene que ocurrir. Agapito está muy cansado y no ve el final de su etapa al frente adel club muy lejana, aunque en el fondo desee continuar. Su gran proyecto ha terminado en un gran fracaso y será uno de los presidentes del Real Zaragoza menos querido por su afición. En el fondo a todos nos importa cómo nos valoren los demás y, en este caso, las protestas son prácticamente unánimes.

La duda está si mirará a un lado o a otro a la hora de vender. Y si querrá seguir de alguna manera en la aventura, ya sin estar al frente del pelotón. Las opciones que tiene abiertas son interesantes para él y no es fácil tomar una determinación. Pero tendrá que hacerlo tarde o temprano, aunque él insista en salvar al equipo y marcharse cuando concluya la temporada. Salvar al equipo de él mismo, ya que es el principal causante del estropicio zaragocista.

Mientras tanto está la dichosa huelga de la Liga o el cierre patronal de los clubes, para ser más exactos. Una actitud de fuerza que no conduce a ningún sitio y que no tiene porvenir. No jugar el próximo fin de semana no asegura que el Gobierno vaya a negociar y supondría un caos para el fútbol profesional. Espero que la determinación judicial contemple los derechos generales de los aficionados y se juegue, porque de lo contrario la competición podría desvirtuarse y nosotros prolongaríamos una agonía que ya resulta difícilmente soportable.

sábado, 19 de marzo de 2011

El flotador del patito

Lo veía venir pero no había dicho nada para no romper el hechizo del 4-0 al Valencia. Después de una hombrada, y especialmente fuera de casa, el Real Zaragoza se conforma y juega a no perder, lo que le condena una derrota. Frente al Mallorca más débil de las últimas temporadas, el equipo aragonés fue a Mallorca a disfrutar del sol, de la playa, del horizonte marino, para dejar escapar por lo nenos un punto de su desplazamiento al Iberostar Estadi. Con el flotador de patito, la toalla y la pala para hacer castillos de arena.

Lo siento pero no me valen las excusas. Jamás, insisto, jamás, dio la sensación que el equipo de Aguirre pudiera ganar en la capital Balear. Débil, especulador, sin tener nunca la posesión del balón, esperó que el tiempo transcurriera en busca del empate y vio cómo el Mallorca le ganaba por la mínima. El balón al larguero de Braulio en el tiempo de prolongación es una anécdota y fue el único disparo entre los tres palos de todo el partido. Así es imposible ganarle a nadie.

Supongo que no podrán más, que la plantilla es tan limitada que no dan de sí lo que desearíamos los jugadores blanquillos. Pero le hemos regalado la permanencia al Mallorca y eso es grave, porque los demás implicados en el descenso acudirán a las Islas con muchas más opciones que los zaragocistas de puntuar. Si perdemos ante el Sevilla, que es tan lógico como probable, podríamos caer otra vez en las posiciones de descenso. Y otra vez prisas, agonías, llamamiento a la afición... Y eso cansa y termina con los nervios de cualquiera.

Me ha decepcionado profudamente el equipo y estoy muy preocupado porque, a lo peor, la imagen ofrecida ante el Valencia solamente fue un espejismo.

domingo, 13 de marzo de 2011

La noche perfecta

Si hubiéramos escrito una novela o un guión cinematográfico, hubiera sido casi imposible imaginar un final mejor para una jornada extraordinaria. Una afición entregada antes del partido frente a la Romareda, un aparente lleno en las gradas y un resultado tan abultado como justo gracias a la implicación de los futbolistas sobre el terreno de juego. Fue la "noche perfecta", con una satisfacción general de la grada y una absoluta comunión con los futbolistas de Aguirre. No se puede pedir más porque el sufrimiento ha dado paso a la satisfacción, a la confianza y al compromiso.

La gente le dice "no" a Agapito, que sigue desoyendo las voces críticas y hace suyo el triunfo. Pretende perpetuarse en la poltrona y busca maneras y apoyos para seguir, al margen del rechazo casi unánime de la afición. Jamás tanta gente estuvo tan en contra de un presidente que hace oídos sordos a la realidad y busca en estos triunfos asideros para mantenerse en el poder.

La afición respondió como un solo hombre al reto de acudir, apoyar y animar a su plantilla. Y recibió el compromiso de una plantilla que se dejó el alma en el campo para ganarle a un gran equipo. Impecable Aguirre en su planteamiento y en sus declaraciones posteriores al encuentro, satisfecho pero consciente que la salvación aún no se ha conseguido.

Nos merecemos disfrutar el momento y tener esperanzas de cara a la permanencia. Solamente con esta actitud en los seguidores blanquillos y en el equipo conseguiremos la permanencia. Es una lástima que este proceso, al margen del presidente, sea tomado como un éxito personal de Agapito que sigue desaparecido en su presencia ante el público y gestando iniciativas que le hagan seguir dirigiendo los destinos del club.

sábado, 5 de marzo de 2011

El Nou Camp no fue una trituradora

Quizás llegamos en un buen momento a la ciudad condal, es posible que la Liga de Campeones ocupase a los jugadores del Barcelona, no hay duda que las rotaciones favorecieron la menor pegada del equipo azulgrana, pero no es menos cierto que Aguirre planteó un partido serio y que mantuvo viva la esperanza del empate hasta el final. Es verdad que ellos tuvieron ocho oprtunidades claras de gol y que nosotros nos asomamos tan sólo en dos ocasiones al vértigo del disparo a puerta. Pero no olvidemos que el Barça es el mejor equipo del mundo y que, enchufado, te puede destrozar.

Aguirre hizo lo único que podía, mantener el orden defensivo, trabajar la concentración y proponer un par de contragolpes que pudieran significar una sorpresa en el estadio barcelonista. Pero ni Bertolo ni Sinama tienen gol en sus botas, especialmente el francés, que es uno de lo mayores fracasos de la dirección deportiva de este club. Por lo menos el argentino desborda por la banda y da cierta sensación de peligro. Y Huche no puede competir todavía en inferioridad con la defensa del Barcelona, sobre todo cuando está solo ante el peligro.

El Campo Nou no fue una trituradora donde el Real Zaragoza saliera hecho picadillo y esto es bueno. ¡Claro que me hubiera gustado empatar o ganar allí! Por supuesto, pero hemos de sumir nuestra realidad y reconocer que el único objetivo es eludir el descenso. Y que salgas con dignidad del Nou Camp después de un partido honesto anima a la afición blanquilla a preparar otra noche épica el sábado ante el Valencia. Si a la imagen ofrecida contra el FC Barcelona añades el triunfo ante el Athletic, todavía existen síntomas de vida en un equipo que tras la visita al Molinón parecía muerto.

Vuelve a ser el momento de la afición, que todos sepan que el zaragocismo respira y que la gente, muchos miles de personas, no van a perdonar que se deje morir un club histórico. Que por desidia o no querer involucrarse, se pierda tanto sentimiento sincero en Aragón.

jueves, 3 de marzo de 2011

Otra noche de abrazos espontáneos

Cuando Llorente marcó el gol del Athletic de Bilbao a los 18 minutos de la primera parte, muchos creímos que la suerte ya estaba echada. Como siempre, después de un comienzo fugaz de intenciones ofensivas del Real Zaragoza, el primer error defensivo era castigado con un gol en contra. La Romareda enmudeció y el cierzo se ensañó con una afición que recibía el impacto (del viento y del gol en contra), en toda la cara. Pero todo cambió con la salida rápida y eléctrica del equipo aragonés que marcó dos goles en los diez primeros minutos de la reanudación y le dio la vuelta al luminoso. Primero fue Jarosik, que necesitó de dos remates para conseguir el primer tanto, y después Uche cuyo golazo fue celebrado como si de una fiesta se tratara. Merecida la diana del nigeriano que suma un golpe de moral muy importante para su recuperación y un aldabonazo para los seguidores blanquillos que ya tienen su refuerzo en el mercado de invierno. Ikechuku está muy lejos de su mejor forma y le costará varias semanas ponerse en plena forma, pero tiene formas, maneras y hechuras que le conceden un mejor posicionamiento como delantero en un equipo carente de ellos.

El paso ha sido muy pequeño pero necesario. La diferencia entre seguir vivos y haber muerto. No se engañenen, todos los partidos que restan en la Romareda van a ser muy parecidos, slgunos se decantarán a favor de los zaragocistas y otros en contra. La agonía, la lucha, el dramatismo hasta el último minuto estará presente sobre el césped. Por eso es tan importante que la afición esté con el equipo, animando sin parar, como el miércoles por la noche. Porque, con el vacío de poder que existe en el club y su caminar hacia ningún sitio, la unión entre la grada y la plantilla es fundamental. El único enganche posible a la permanencia. Para que luego vengan algunos y digan que esto es un negocio, que los abonados ya tienen bastante con pagar menos que los aficionados que saquen su entrada cada quince días.

La movilización popular es necesaria en estos momentos, aprovechar las iniciativas puestas en marcha por diferentes colectivos y grupos zaragocistas me parecen muy importantes. De ahí que el sábado 12 de marzo, la concentración promovida por el Movimiento Avispa tenga buena pinta; no sólo para que Agapito se de cuenta de una vez que la afición no le quiere, sino que los poderes públicos y privados de esta ciudad y de esta Comunidad se enteren que no pueden cerrar los ojos o mirar hacia otro lado cuando el Real Zaragoza puede desaparecer. Ellos serán también responsables de que eso ocurra y la ciudadanía no perdona. Que lo sepan.

sábado, 26 de febrero de 2011

Este no es el camino

Empatar en el Molinón a cero es lo mejor que pudo hacer el Real Zaragoza en otro partido disparatado y sin remate. Las dos acciones de Doblas en la primera parte y el balón que sacó bajo los palos Gabi significaron que la portería se mantuviera a cero y que los de Aguirre sumaran un punto en su casillero. Algo insuficiente a estas alturas de la competición y que demostró que, en estos momentos, los blanquillos están por debajo de los asturianos. El Sporting de Preciado sabía a lo que jugaba y aún debe estar dándose de cabezazos por no haber ganado el partido.

Si en los primeros cuarenta y cinco minutos el encuentro estuvo equilibrado, eso sí, sin ningún acierto en el remate, la incorporación de Uche y Braulio terminó por descomponer a un Real Zaragoza que se rompió y le entregó el dominio del balón a los gijoneses. El equipo naufragó hasta que tuvo que introducir Aguirre a Jorge López para intentar normalizar un choque que cada vez tenía más color rojiblanco.

El acoso del Sporting fue cada vez mayor y los últimos minutos fueron de aplastamiento, donde el equipo se convirtió en un frontón sin mayor concepto futbolístico que el de terminar amarrando el empate. Algo tan pobre como triste, porque verse arrastrado a esta situación desanima a la afición, que ya está rumiando un posible descenso sin que exista esperanza para una plantilla tan limitada como desgastada.

La imagen ofrecida en Gijón fue la de la desesperación, estar en manos de los demás, ajustarse a una salvación que cada día es más lejana e imposible. Hay que ganar por lo menos cinco de los seis partidos en casa y con esta moral y escasísimas fuerzas, parece una misión prácticamente imposible.

domingo, 20 de febrero de 2011

Estoy hasta el gorro

Esa frase es histórica y la dijo Alfonso Soláns en un difícil momento del Real Zaragoza. Terminó con un descenso hace nueve años y la hago mía, no por la actitud arbitral, sino por la trayectoria última del club aragonés en estos tres últimos partidos. Había que ganar los tres encuentros para fortalecernos ante un calendario que se va a convertir en imposible a partir de ahora. Estoy tremendamente desilusionado con una plantilla que hizo lo más difícil en enero y que ahora ha vuelto a las andadas. Perder dos puntos ante el Racing fue imperdonable y el fraude de la semana pasada, intolerable como ya dije. Y predije una derrota ante el Atlético porque su pólvora, mojada hasta ahora, tenía una potencia inusitada ante una defensa irregular como la zaragocista, empeñada en recibir goles como los del Kun el sábado por la noche.

Aguirre fue desnudado por Quique Sánchez Flores y en la primera media hora nos dieron un baile de cuidado, por culpa de un sistema novedoso condenado al fracaso desde el principio. Vi la goleada en el casillero zaragocista hasta en cinco ocasiones, pero Leo Franco estuvo formidable y atajó remates inverosímiles. Poner juntos a Sinama y a Braulio, dejar a éste tirado en una banda, mantener a Boutahar perdido en la otra y situar un trivote estéril en el centro del campo, fue un regalo para los colchoneros.

La salida de Bertolo le dio otro aire al equipo que mejoró ante el caos del Atlético de Madrid pero cuando más cerca estuvimos del gol, llegó Agüero y nos destrozó con un contragolpe letal. Luego, nadar para morir en la orilla y dos balones al larguero en el estertor de un moribundo que parece revivir mientras el corazón le estalla.

Dilapidar con la intolerable actitud de la semana pasada tres puntos en Alicante nos han llevado otra vez al horror del abismo, a pensar en que casi todo está perdido, mientras en el Molinón afilan sus uñas los asturianos para darnos el zarpazo definitivo y dejarnos a merced de una Segunda División que otra vez vuelve a sonar con más fuerza en un Real Zaragoza a la intemperie y hundido en sus propios errores, en su limitada capacidad ofensiva, en su tremendo trauma de seguir bajo la presidencia de Agapito.

domingo, 13 de febrero de 2011

Una ofensa intolerable

Desde el partido disputado en Cornellá no estaba tan molesto con la plantilla del Real Zaragoza. Bajaron los brazos tras encajar el primer gol y fueron devorados por un Español mucho mejor que el débil Real Zaragoza que entra y sale del descenso por deméritos propios. Aunque no acepto una justificación válida por el ridículo hecho en el campo de los periquitos, la derrota en Alicante me parece mucho peor. Bochornosa incluso. Porque se ha dilapidado una ventaja conseguida con fortuna nada más comenzar el partido, no se ha sabido gestionar el tanto y al final se ha caído con estrépito.

Aguirre estuvo horrible con los cambios y perjudicó a un Zaragoza tan cobarde y timorato que un equipo hundido como el Hércules, con dos remates ante Leo Franco producto de una falta de intensidad imperdonable, fue capaz de remontar el partido. Y superar en la tabla al equipo aragonés, y mejorar el golaveraje, y volvernos a aplastar en los límites del descenso.

¿A qué jugamos? ¿Sólo nos estimulamos cuando estamos con el agua al cuello? ¿Qué puñetero cachondeo es este? Menos el Almería y Osasuna, los demás han demostrado un par de cojones y han resuelto mejor o peor sus partidos. Otra vez en los linderos del fracaso, con el calendario que se nos viene encima.

Lo de ayer es una estafa para la afición blanquilla que, por unas causas o por otras, está más cerca de la náusea existencial con este Real Zaragoza de pacotilla que de ver abiertos los cielos de la permanencia. Que, objetivamente, ya es una pena luchar para no descender y arrastrarse como condenados en la prisión de los vulgares.

Como diría Soláns, "estoy hasta el gorro" de tanta tontería.

sábado, 5 de febrero de 2011

Me parece insuficiente

Es posible que la formidable tarde que acogió el partido, que la ausencia del cierzo que nos ha castigado los últimos días y la sensación de que todo puede cambiar en el Real Zaragoza, nos hiciera acudir con menos presión y un mayor optimismo a la Romareda. Y que el empate lo recibiéramos con cierta satisfacción porque se produjo después de un gran gol tras el desajuste defensivo del principio. Pero no es menos cierto que estamos algo peor ahora que antes de jugar ante el Racing, que nos supera en el golaveraje y al que no hemos podido ganar esta temporada.

El 1-1 no es suficiente y no podemos perder las oportunidades que nos brinda la competición en la Romareda. Los errores de Sinama ante el meta cántabro fueron increíbles y demuestran que es un futbolista sin pegada; solamente tiene un par de jugadas y su acierto es muy bajo para la necesidad goleadora de los blanquillos. Braulio es muy majo y trabaja mucho, pero tampoco ve puerta y Lafita jamás ha sido un delantero, lo que certificó en el minuto de aumento del partido en su mejor ocasión ante el meta del Racing.

La grada esta vez olvidó a Agapito que podría ser pronto historia. Y la gente le quiere fuera cuanto antes, pero tampoco desea gastar un solo minuto de su vida en indicarle que su crédito hace tiempo que se agotó, y lo que tiene que hacer es dejar de poner inconvenientes a la compra del club y olvidarse de sentimientos mesiánicos. Pero, ante todo, hay que seguir ganando porque si se pierde en Alicante el domingo se volvería, seguramente, a abrazar el descenso y ahora cada vez queda menos tiempo y el calendario se va a complicar muchísimo.

Hemos perdido dos puntos y ante un adversario de nuestra Liga. Un tropiezo del que podríamos acordarnos al término de una competición donde el sufrimiento será nuestro compañero fiel hasta el final.

sábado, 29 de enero de 2011

Increíble, pero cierto

No estaba seguro de la capacidad de reacción del Real Zaragoza y temía que se mostrase otra vez blandito y apocado fuera de casa. Sobre todo porque comenzó como siempre fuera de casa, encajando un gol tempranero después de dos fallos de concentración en la defensa. Pero es verdad que el resto de los equipos, al margen de los de arriba, son tan limitados en recursos como los maños y esta vez la suerte sonrió al conjunto blanquillo. No cabe ninguna duda que mereció la victoria porque marcó dos goles y creó tantas ocasiones como el Málaga, muy oscuro durante todo el encuentro y con una moral tan débil como la del mismísimo Zaragoza de los tiempos de Gay.

Hay que reconocer el mérito de Aguirre, que extrae hasta el último aliento de sus hombres y exprime su calidad hasta dejarlos completamente secos. El técnico mexicano ha dado más seguridad en la defensa y está claro que, si encajamos menos goles, la victoria está más cerca. Sinama volvió a desaprovechar varias ocasiones y a jugar como siempre, es decir, sin brillantez; pero marcó un valiosísimo gol a cinco minutos del final donde realizó una definición brillante. Aún así, pienso que se trata de un segundo punta y que no es el delantero que necesita el Real Zaragoza. Ojalá esté por llegar y el que venga se convierta en un referente indiscutible en punta.

Por lo demás, me quedo completamente sorprendido por las declaraciones de Ander a Aragón Radio después del partido. El jugador se enteró este mediodía por los medios de comunicación del acuerdo entre Agapito y Macua y aseguró no saber absolutamente nada del traspaso. Nadie se lo ha dicho y eso me parece lamentable con su padre como secretario técnico. La polémica está abierta y se trata de un error más del presidente, que tendría que haber llamado al joven Herrera para comentarle la operación y que no tuviera que enterarse fuera de su entorno y en las horas previas de un partido tan importante.

lunes, 24 de enero de 2011

Un buen día para debutar

No todos los lunes podemos levantarnos tranquilos por una victoria, aunque haya vuelto a ser ajustada y poco brillante en el juego; ahora, eso es lo de menos y quedan solamente siete para firmar la permanencia. Tampoco es normal que se concrete un fichaje, aunque sí se convierte en habitual que las noticias lleguen por el mismo canal: tenemos un medio centro grande que acaba de fichar por el Zaragoza aunque todos esperábamos un delantero, que nos hace mucha más falta. Pero eso significará que Agapito habrá sacado de no sé donde los millones necesarios para pagar a sus futbolistas. Si no, no se explicaría que llegase uno nuevo...

Vamos, que es un buen día para debutar en un programa que hace más de un año que llevo en la cabeza y espero que sea escuchado con interés por los oyentes. Será a las once de la noche, todos los días de lunes a viernes, en Aragón Radio a quien agradezco el apoyo y la oportunidad. Y quiero que sea tranquilo, pegado a la actualidad pero trufado con entrevistas interesantes de viejos conocidos y deportistas del momento. Y con la complicidad de mis comentaristas habituales a los que espero añadir media docena más de periodistas señalados e importantes de nuestra ciudad, además de buscar la compañía de miembros de las redes sociales y personas anónimas que tengan que decir algo.

Lo he titulado "Tiempo Extra" porque me gusta el término. Y quiero que me hagáis llegar vuestras opiniones, las buenas y las malas, las críticas y las de apoyo porque de todas se debe aprender. Eso sí, como hago siempre, tiraré a la papelera los insultos, las provocacionesy los comentarios de mal gusto. No aguanto a la gente maleducada, sobre todo a los anónimos a los que les gustaría estar en mi situación. Pero para eso hay que trabajar mucho, rodearse de un buen equipo y tener un amplio recorrido en los medios de comunicación. Los advenedizos y envidiosos tendrán que esperar hasta cambiar y convertirse en personas maduras.

Gracias a todos, que son muchos y muchas, que me han apoyado en esta aventura.

domingo, 16 de enero de 2011

Terminó el primer acto de la Liga

No es suficiente una tercera victoria, tan sufrida y ajustada como las dos anteriores para satisfacerse de una primera vuelta convulsa y tan pobre de fútbol. Se han conseguido dos puntos más que en la temporada pasada a estas alturas, es cierto, pero el futuro pinta peor que entonces. Sin fichajes, con la afición destrozada y la convicción de que el segundo acto de la competición discurrirá por los mismos derroteros que el primero. Ganarle al Levante con el drama vivido de los últimos minutos solamente desgasta todavía más a la plantilla y a la afición.

Incluso el quipo granota, el peor de la Liga en estos momentos, demostró un esquema mucho más claro y definido que el blanquillo. Aquí Aguirre todavía no ha diseñado un sistema determinado y se dan bandazos tanto en la alineación, como en el posicionamiento de los futbolistas obre el terreno de juego. No me gustó que coincidieran Ander Herrera y Boutahar, ambos con mucha calidad pero sin recorrido por la banda. Prefiero, pese a su anarquía, a Bértolo, mucho más resolutivo en el contragolpe y que juegue por la izquierda, no a banda cambiada por Lafita.

Tampoco estoy de acuerdo con el "Vasco" sobre Sinama; para mi, este futbolista no encaja en el modelo zaragocista y es más consistente como punta Braulio pese a sus carencias. Además, merece una oportunidad por su talante, su forma de ser y su discreción en los peores momentos. Y, por supuesto, me parece una estupidez prescindir de Ponzio. El argentino soluciona los problemas en el centro del campo y le da una contundencia que en absoluto se observa con Edmilson, un ex futbolista de muchísima historia pero sin condiciones para disputar la competición española.

Gabi ha demostrado ser un capitán solvente sobre el terreno de juego y que da siempre la cara fuera, ante los medios. Me alegro de su consolidación como futbolista aunque me apena que sea el mejor en el peor momento del Real Zaragoza.

Por último, la persistencia de Agapito en sentarse en el palco presidencial y seguir al frente del club me parece enfermiza. A nadie que yo conozca le apetecería asomarse permanentemente al balcón del desprecio, el rechazo y la crítica de toda la afición. Que no venda el club parece un capricho personal que puede terminar con el Real Zaragoza. Que no con su afición, que seguiría viva pese a la desaparición del club.

domingo, 9 de enero de 2011

Un club perjudicial para la salud

Este es el circo de los horrores y no el que ha estado instalado durante las Navidades en la plaza de Toros. Un cachondeo inaceptable, un espectáculo tan burdo y grosero que invita al vómito. Da vértigo pensar en qué manos estamos y el nivel de podredumbre que corroe al Real Zaragoza. Es calamitoso ver un equipo muerto, rendido, que expone su yugular al depredador para que rasgue su cuello y devore con ansiedad a la víctima.

¿Qué se ha creído esta banda de incompetentes? Lo que han hecho en Cornellá es un insulto al zaragocismo y deberían pagarlo con la vergüenza que no demuestran sobre el terreno de juego. Resulta de todo punto inaceptable ir al degolladero con tan poca dignidad y fracasar de nuevo lejos de la Romareda, haciendo sufrir a la gente que ha acudido al estadio españolista para animar a unos supuestos profesionales que no se gana el sueldo ¿que cobran?

El Real Zaragoza es un club perjudicial para la salud de sus aficionados. Un insulto a la inteligencia de miles de seguidores que se ven engañados todos los días desde hace cuatro años por los rectores del club, sus técnicos y su plantilla, una colección de fracasados que, si se salvan, será gracias a la fortuna o al milagro más increíble. Y todo pasa porque fichen a alguien con la suficiente entidad y categoría para que este equipo no se convierta en el hazmerreír de la Liga.

Lo siento pero me siento insultado, provocado y ofendido. Ya está bien de tanto padecer y arrastrar la historia de una entidad por el fango. Por Dios, que alguien nos salve...

martes, 4 de enero de 2011

Un resquicio para la esperanza

Es todavía pronto para comprobar si la victoria frente a la Real Sociedad es un acontecimiento aislado, un golpe de suerte o un hecho estadístico; alguna vez hay que ganar en una competición de Liga. Sea lo que fuere, el triunfo agónico ante los donostiarras significó un respiro para la afición blanquilla. Vencer en el minuto 90 hace más espectacular la conquista y dispara la adrenalina, aunque hay que reconocer que el Real Zaragoza mereció los tres puntos. Se vieron cosas distintas a otros días y pareció existir una mayor implicación sobre el terreno de juego. Las carencias son las mismas y los fallos defensivos condenan con demasiada crueldad acciones aisladas.

Está claro que falta remodelar el equipo con tres o cuatro fichajes de calidad y que se necesitaron veinte remates para marcar dos tantos. Pero el respaldo moral que otorga este triunfo puede mejorar la situación emocional de los futbolistas. Está claro que juegan mejor cuando el partido está roto, cuando existe el empuje de la necesidad. Y esto no es bueno aunque dice bien a las claras que encorsetar al equipo con tácticas predefinidas o una excesiva preocupación sobre el terreno de juego le resta frescura a los jugadores y ralentiza sus movimientos.

El primer paso está dado. Ahora hay que seguir ganando y, con la mayor rapidez posible, fichar a gente capaz de darle más calidad a una plantilla que sigue jugando por encima de sus posibilidades.