miércoles, 30 de diciembre de 2009

Agapito se queda solo

Abandono durante unos minutos mi retiro vacacional para asomarme a la ventana de la actualidad por el cariz que adquieren los acontecimientos en el Real Zaragoza. Ya sabía que tomarme unas vacaciones en la época más convulsa del zaragocismo de toda su historia, haría que mantuviera un gabinete de crisis informativo que me ha permitido estar en contacto con mis colaboradores y confidentes.

Al final, el consejo de administración del Real Zaragoza ha tomado la decisión de marcharse, dejar completamente solo al accionista mayoritario y abandonar un barco que se hunde. El pacto de silencio que existe para que nada asome a los medios de comunicación es tan lógico como comprensible y algunos de los consejeros con los que mantenía contacto, me han solicitado un tiempo de alejamiento y de ausencia de información para no calentar todavía más el ambiente social de la entidad blanquilla.

Cualquier periodista que se precie tiene confidentes en la directiva, en el vestuario, en el entorno más próximo del club y hasta en los medios que son competencia para saber qué se cuece e interpretar los gestos de personas, entidades e instituciones.

Lo que ha ocurrido esta mañana se veía venir: primero fue el cese de Marcelino, después de ponerle por encima a Prieto y Poschner y dejar de tener la confianza del dueño. Se marchó también Luis Sol, director de comunicación. Luego, el intento de hacer venir a Víctor Muñoz para colocarle de parapeto ante la afición. Como no funcionó, se ha traído a Nayim para que el sentimiento zaragocista atenúe las protestas del público. Ahora se trata de echar a determinados futbolistas de la plantilla como los chivos expiatorios del desastre deportivo y esta misma mañana, que Bandrés asuma la total responsabilidad del proyecto deportivo y social del Real Zaragoza, después de una inesperada y agónica reunión con representantes de las peñas..

Agapito ha quemado prácticamente toda su pólvora, aunque supongo que fichará a consejeros de iportancia en la historia zaragocista para acallar las voces críticas y poner una muralla defensiva que evite un ataque frontal de la masa social, aficionados y seguidores del Real Zaragoza.

Se trata de la crisis más grave de la historia del club, con unos hechos que no se habían producido en ningún club de primera línea. Que yo recuerde, en ninguna entidad había dimitido en pleno un consejo de administración. Y mientras tanto, la crisis económica es la mayor de la historia, el equipo está en puestos de descenso y es el conjunto más goleado de Primera División.

En una cosa tiene razón Agapito Iglesias: hay que modernizar el club, él es el máximo responsable de todo lo que ha ocurrido y hay que buscar una solución.

Agapito también le ha echado un órdago al Gobierno de Aragón y le ha solicitado más apoyo, el mismo según sus palabras, que en la época de Soláns. Por último, ha prometido que hará un Real Zaragoza grande y que no se descenderá a Segunda División.

De momento, el domingo se juega la primera final en la Romareda.

viernes, 25 de diciembre de 2009

Otro ridículo más

La capacidad de gestión económica, deportiva y social de los dirigentes del Real Zaragoza ha quedado en entredicho a lo largo de los últimos meses. Y su aptitud para alimentar la ilusión de los aficionados resulta todavía peor. Venden que Bernd Schuster podría ser el nuevo técnico, en un intento desesperado de tener protagonismo mediático. Después de admitir la imposibilidad económica de contratar al ex técnico del Real Madrid (algo que todos ya sabíamos), desearon darle un toque regional al futuro más inmediato del club e intentar la contratación de Víctor Muñoz.

Pero, después de varios movimientos de aproximación y distanciamiento, el zaragozano tampoco se fía del club y le dice "no" a Agapito. Fuentes próximas al entrenador indican que había solicitado una importante cantidad por adelantado y el resto del contrato avalado por una entidad bancaria. Y que el contrato no fuera solamente hasta el final de esta temporada, sino que se ampliase a otra más en caso de ascenso. Además, Víctor quería ser el responsable de la salida y entrada de jugadores de cara al comienzo de 2010.

Pero no hay liquidez y las relaciones con los Bancos y las Cajas no pasan por su mejor momento. Y tampoco se deseaba que Muñoz tuviera más poder que Poschner, para que no ocurriese lo mismo que con Víctor Fernández y Marcelino, contratados a golpe de talonario y que después perdieron la confianza del máximo accionista.

Y lo peor de todo es que la práctica totalidad de los medios aplaudía la llegada del técnico aragonés, lo que daba consistencia y credibilidad al proyecto que iba a ser tomado en cuenta a través de la prensa y con mucha paciencia.

Ahora, un formidable ex futbolista del Real Zaragoza y que ha realizado una gran temporada al frente del filial, está con la obligación de afrontar un reto casi imposible. Otro ridículo más del grupo directivo que ha tenido a Gay dentro y fuera del club como si fuera un pelele y que ya le arrojaron a los pies de los caballos en el partido disputado en el Bernabéu y donde toda España vio las miserias de un club en caída libre hacia el desastre.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Humillado, avergonzado y rendido

El Real Zaragoza atraviesa su peor momento de la historia en las últimas cincuenta temporadas. Excepto en los oscuros años donde se llegó a descender a Tercera División, el club no ofrecía una imagen tan lamentable y deshonrosa como la de esta campaña, donde la impresión que ofrece es la de un equipo humillado, avergonzado y rendido.

Me duele pero no me sorprende, porque ya expresé hace tiempo mis dudas sobre la construcción de la plantilla y el cariz que tomaba la cúpula del poder zaragocista. Peor no se pueden hacer las cosas, especialmente intentar competir en Primera División con un equipo de Segunda. Las desavenencias entre Marcelino y Agapito las ha pagado el técnico con su salida, que es lo que mejor le podía haber pasado, pero también el club que está mucho más endeudado y con un problema que parece insoluble. Si esto sigue así, estaremos en Segunda en febrero y de allí podríamos pasar a la desaparición engullidos por las deudas.

Da la impresión que el deterioro es de tal magnitud, que parece imposible superar de ninguna manera esta crisis. La fractura social es irreconciliable y lo que puede ocurrir en la Romareda con las derrotas que están por venir, fácil de entender aunque no me gusta en absoluto que la crispación se adueñe en las gradas y en los aledaños del estadio municipal.

Lo peor es que este desastre no ha terminado y tiene pinta de ser cada vez peor. Que el real Madrid te meta seis goles es jodido, pero mucho más que dé la impresión que no han querido hacer sangre del peor rival que ha pisado el Bernabéu esta temporada, según los propios periodistas de la capital de España.

¿Qué excusa pondrán Agapito, Bandrés, Poschner y Prieto? Es cierto que el accionista mayoritario no puede dimitir pero, los demás, tendrían que tomar las de Villadiego. Y el propio Iglesias plantearse que su tiempo ha terminado y que debería vender, por la misma cantidad que las compró, las acciones del Real Zaragoza. Aunque se haya duplicado la deuda, exterminado el patrimonio deportivo y aniquilado a una afición que no debe perdonar lo que está pasando en estos tres últimos años.

lunes, 14 de diciembre de 2009

¿Pesimista, negativo, o realista?

Durante este primer tercio de temporada he escuchado a algunas personas que me criticaban por entender que hacía previsiones apocalípticas. Algunos se echaban las manos a la cabeza e incluso me achacaban de fatalista por decir que temía seriamente por el futuro del Real Zaragoza. He aguantado con serenidad, inluso, ataques furibundos de quienes han intentado perjudicarme profesionalmente por mis previsiones.

Y ahora, ¿qué? Nadie me puede negar que los vaticinios se han cumplido. El Real Zaragoza acaba de cesar a su entrenador provocando un mayúsculo escándalo mediático, las gradas de la Romareda han abucheado al palco mientras aclamaban a Marcelino y, lo que es peor, la situación deportiva es terrible.

Dije que la directiva no confiaba en el técnico y que éste provocaba a sus jefes ya en la pretemporada con acciones como las de apartar a determinados futbolistas y pedir enérgicamente refuerzos. Comenté que la construcción de la plantilla era insuficiente y que no tenía la calidad necesaria para afrontar la Primera División. Y que, de esta manera, las posibilidades de bajar a Segunda División tomaban cuerpo.

No me equivoqué al asegurar que sería una sangría goleadora la defensa con la que se contaba y ahí están los números: con 29 goles encajados en 14 partidos, es el equipo que más tantos ha recibido en la Liga. Las matemáticas no saben de sentimientos ni de emociones, son frías como los números. En definitiva, que el Real Zaragoza afronta su crisis más grave de los últimos cincuenta años porque en el plano económico la deuda es la mayor de toda su historia.

¿Qué dicen ahora los "optimistas", los supuestos defensores del club, los que se horrorizaban con mis razonados argumentos?

Ahora se me viene a la cabeza Diego Armando Maradona, pero yo soy mucho más responsable que el seleccionador argentino y solamente deseo que, sea como sea, esta situación sea reversible y salvemos los muebles a final de temporada.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Y ahora, ¿qué?

Ya está. Marcelino ha sido destituído. La derrota frente al Athletic ha sido el detonante y la excusa para obviar sus palabras previas al partido y cesarle. Creo que hubiera sido mucho más razonable destituirle después de la rueda de prensa del viernes, pero no se atrevieron entonces. Y la excusa son los resultados, aunque la situación era insostenible. El técnico quería marcharse y Agapito echarle. Se había convertido en un problema. La gente le quería y responsabilizaba a los dirigentes del desastre de un Real Zaragoza que va camino hacia el abismo.

Todo esto era previsible y no hacía falta llegar hasta aquí para cerrar un lamentable capítulo del club. Lo inteligente era haber pactado una salida digna para todos cuando se consiguió el ascenso. Más barato para el club y menos traumático para una afición que no se merece este circo. Si Marcelino era un problema en la pretemporada, lo más lógico era ponerle un puente de plata y dejar de alimentar las especulaciones sobre la crisis, que al final han sido verdaderas.

La gestión de todo este proceso ha sido un desastre absoluto. Ha caído el técnico, que tiene gran parte de culpa, pero se queda en las entrañas del club el problema. José Aurelio Gay se hace cargo de la plantilla y pasa a ser la marioneta de la directiva que pretende colocar a otro en el banquillo. Pero asegurarse el cobro de su contrato y tener un par de refuerzos en el mercado de invierno, constituyen un montante económico que este club no se puede permitir.

Lamento tener razón, pero todos mis pronósticos se han cumplido. Y es una pena porque en casos como éste, me gustaría equivocarme. Es difícil hacer tan mal las cosas y herir tan profundamente un zaragocismo que no merece atravesar este trance.

viernes, 11 de diciembre de 2009

¡Olé tus cojones, Marcelino!

Hacía tiempo que no escuchaba unas declaraciones similares en una rueda de prensa previa al partido. Marcelino será mejor o peor entrenador, se habrá equivocado más o menos en la gestión de las diferentes crisis del Real Zaragoza, tendrá una parte pequeña o grande de responsabilidad en la situación que atraviesa el club, pero le ha echado un par de narices en la víspera del partido frente al Athletic.

Ha dicho lo que mucha gente pensaba en un momento crítico donde parecía que se había rendido y estaba abandonado a su suerte. Todos sabíamos que estaba sentenciado y que su condena pendía del resultado del Athletic o, en su defecto, del regreso del Santiago Bernabéu.

Marcelino se ha puesto las botas y ha dejado a los pies de los caballos al director general, al presidente y al máximo accionista del club. Y será la Romareda quien juzgue mañana a los directivos blanquillos y al técnico antes y después del encuentro frente al Athletic. Dice Marcelino que "estoy sentenciado porque no tengo la confianza del club y no estoy ejecutado por el apoyo de la plantilla y de la afición que todavía no ha pedido mi cese". Sobre Poschner comentó que "con el Directo General no hay ninguna confianza porque se ha dedicado desde el primer momento a desprestigiar mi imagen y la de mi equipo. La confianza no se dice que se tiene, se demuestra que se tiene. Y creo que tal y como han transcurrido los hechos hasta el día de hoy, ha tomado un camino más cercano, más próximo a tratar de desprestigiar mi imagen a nivel personal y profesional, que a mostrar la confianza. Y lo primero, no lo entiendo".

Por último, el técnico cerró sus sorprendentes declaraciones con una reflexión filosófica: "no creo que estas palabras sean fuertes, sino que son la realidad de unos hechos. Y además, mañana no ganaré yo sino que ganará el equipo. ¿Qué factura me pueden pasar? ¿Que me destituyan?"

La situación del Real Zaragoza es de una terrible crisis, imposible de conocer su alcance y los resultados que pueden acarrearle al club. Es posible incluso que las manifestaciones del Marcelino agraven la situación y esto se marche a hacer puñetas pero, ¡Olé tus cojones, Marcelino!

lunes, 7 de diciembre de 2009

Y aún no hemos tocado fondo, amigos.

A mi no me ha sorprendido la derrota del Real Zaragoza en Mestalla. De hecho, la esperaba porque las tendencias no cambian de un día para otro y este equipo está roto. La plantilla es una de las peores de los últimos cincuenta años y el entrenador se ha rendido. Sabe que tiene sus días contados. Lo sabe hoy y lo sabía desde que le tomaron el pelo con la construcción de un equipo que no es competitivo. No había manera de salvar la categoría en Primera División en estas circunstancias y las promesas de éxito tras el ascenso se han quedado en papel mojado. Agapito y compañía salvarán el culo durante unas semanas más después de cesar a Marcelino cuando se consume el escándalo de la Romareda si se pierde con el Athletic y el bochorno de recibir una goleada de escándalo en el Bernabéu, si dios no lo remedia.

Entonces se le echará la culpa al técnico, se dirá que era la única solución posible y que lamentan la decisión. Vamos, otro despilfarro más, pagarle lo que no se tiene a un entrenador por dos temporadas que no va a cumplir por un ascenso agónico para volver a bajar a Segunda División. Sin patrimonio futbolístico, con una deuda espeluznante y con un carro de goles en contra que harán historia en el palmarés de este equipo.

Solamente la contratación de un par de futbolistas en el mercado de invierno que le den gol y seguridad a la plantilla, servirían para darle un golpe de timón al Real Zaragoza. O que haya tres equipos peores y nos salvemos de milagro, después de arrastranos en la ciénaga durante toda la temporada. No soy vidente, ni profeta; pero no hay que ser un premio Nobel para saber que si las cosas van mal tienen tendencia a ir peor y que no hay peor ciego que el que no quiere ver. Y en este club nadie asume su culpabilidad y esparce la mierda por todos los lados para quitársela de encima.

Marcelino ha arrojado la toalla y los jugadores saben que su final está cerca. Ahora intentarán salvarse como puedan haciendo la guerra por su cuenta, esperando acontecimientos. Y mientras tanto, la afición asume la decrepitud de un club que un día fue grande y que ahora es una sombra difusa. La pesadumbre es aún mayor que la rabia y el llanto ha dejado paso a la resignación.