domingo, 28 de marzo de 2010

Así, si, amigos.

Fue una gozada transmitir el partido del sábado en la Romareda. El Real Zaragoza recuperó sus mejores sensaciones y consiguió un triunfo importantísimo ante el mejor equipo de la "otra Liga". Al margen del Real Madrid y del FC Barcelona, el Valencia encabeza a clasificación del resto de la competición y ha vencido siete partidos fuera de casa, los mismos que el Real Zaragoza en la Romareda y fuera del estadio municipal, a lo largo de todo la temporada.

Faltó Villa y Zigic fue expulsado, Roberto sacó tres balones de gol antes del 1-0, el equipo aragonés tuvo la fortuna que le faltó en los últimos partidos... todo eso es cierto, pero se ganó un choque fundamental para creer en la permanencia. Y lo importante son los tres puntos que se acumulan en la estadísticas que permiten seguir vivos en Primera.

Gay tiene que entender que solamente puden jugar los futbolistas implicados y que no tiene que pensar en rotaciones ni en darle gusto a los suplentes. Hay que ganar cuatro partidos más y, si son consecutivos, mucho mejor. Porque así sufriremos menos y conseguiremos antes el objetivo de la permanencia.

Se perdió una gran ocasión en Almería; algo que jamás deberá repetirse y de lo que habrá tomado buena nota el técnico blanquillo. Se trata de no fallar y, en consecuencia, de no improvisar o de mantener frescos a los futbolistas para semanas posteriores. Hay que vivir el día a día y dejarse de estupideces. Insisto, y de ganar todo lo que se pueda, cuanto antes mejor.

jueves, 25 de marzo de 2010

Inadmisible

Ha tenido que pasar veinticuatro horas para que regrese al teclado del ordenador para escribir un artículo referido al partido del Real Zaragoza en Almería. El mismo miércoles por la noche, antes de intervenir en el programa "La Jornada" de Aragón TV, redacté mi columna radiofónica "Desde el fondo de la red" donde me mordí la lengua para evitar que salieran demasiadas cosas que, con el paso del tiempo, son tamizadas hasta amortiguar la violencia del primer momento.

Es una pena pero hemos vuelto a las andadas. Parece que la reacción del equipo tras la llegada de los refuerzos de invierno ha llegado a su final. Se han contaminado los nuevos de los mismos vicios que los antiguos, con la misma fragilidad mental y escasa voluntad de sacrificio sobre el terreno de juego. Los jugadores están cansados, sin fuerza para el gran esfuero final que exige la permanencia a diez jornadas para el término de la competición. No hay fe, no se da un paso adelante y parecen pensar que los demás nos ayudarán a permanecer en Primera División.

El esfuerzo mental y físico que supuso el partido contra el FC Barcelona pasó factura en Almería. Y se vio a un equipo vulgar, timorato, sin calidad, lento y sin capacidad de reacción. Un ramplón adversario, maquillado con la filosofía de un vendedor de humo como es Juanma Lillo, superó en todo momento al Real Zaragoza. Cuyo entrenador se cargó de un plumazo, con los cambios en la formación inicial, cualquier opción de victoria.

Ahora queda solamente esperar el milagro, que se gane por la heroica al Valencia y se sumen tres puntos vitales para no caer en el abismo. Pero tanto fiarse de la emotividad producto de la pasión del graderío, está condenado al mismo fracaso que en los últimos partidos de la Romareda. Porque, al final, quienes ganan o pierden los partidos, son los jugadores.

lunes, 22 de marzo de 2010

El Barça nos ha metido diez goles esta temporada

Resultó dolorosa la derrota del domingo porque se trata de otra goleada más que sumar a la lista de marcadores abultados en contra de esta campaña, y porque tuvimos muy cerca el empate. El marcador puede parecer demasiado amplio en favor de los catalanes, pero las claras ocasiones de gol erradas por Tore yaya y Zlatan Ibrahimovic confirman la terrible superioridad blaugrana en la Romareda. Como ya ocurriese en el Camp Nou, donde el FC Barcelona pudo darse un festín mucho mayor que el 6-1 en un horrible partido de los blanquillos.

En la Romareda fue distinto ya que, al menos, hubo oposición. Se intentó jugar al fútbol, dominar más el balón y presionarle al Barça para incomodarle. pero para ganarle a este equipo hay que estar muy por encima de tus posibilidades y esperar que ellos no estén como siempre. Y, sobre todo, que no fluya el fútbol a través de las piernas de ese mago que es Messi, el mejor futbolista del mundo. Ante su calidad, implicación y humildad, que le hace mucho más grande, solamente hay que rendirse ante la evidencia y aplaudir sus goles.

José Aurelio Gay debe cambiar y utilizar mejor a sus jugadores. No sé si tendrá castigado a Colunga porque no baja lo suficiente a defender o llega tarde por la noches. Ni lo sé ni me importa, pero es un lujo tenerle en el banquillo. Porque es inhumano dejar solo a Suazo en punta, el hombre se revienta de correr y no le luce el pelo a la hora de marcar, y porque tiene gol. Algo importantísimo para un Real Zaragoza que necesita ganar partidos.

Y ahora, a ganar al estadio de los Juegos del Mediterráneo. Allí no hay ningún Messi y no habrá excusas para buscar tres puntos que se hacen ya fundamentales porque los de abajo despabilan y los de más arriba también. El final está muy cerca y ya no tendremos más escollos insalvables que el Real Madrid. El resto, son tan mortales como nosotros y susceptibles de ser vencidos. porque, hasta los 42 puntos, aún quedan 16 y cada vez menos posibilidades de sumar.

lunes, 15 de marzo de 2010

Una decepción más

Entiendo que a algunas personas les parezca suficiente el empate en Santander; creen que la mejora defensiva del equipo es una baza que nos permitirá la permanencia y suponen que, punto a punto, nos alejaremos del ascenso. Pero la realidad es que estamos a doce jornadas para el final de la Liga más cerca del pozo y necesitamos realizar un tramo final del campeonato de lujo para no descender.

La propuesta de José Aurelio Gay en el Sardinero fue muy pobre y nada valiente. Con las líneas muy juntas se esperó la iniciativa del Racing arropando a Roberto pero apenas se produjo nada interesante en ataque. Colsa, Munitis y Canales se multiplicaban sobre el césped y creban muchos problemas al centro del campo aragonés aunque, afortunadamente, estaban negados en el disparo a puerta.

Le faltó intensidad, ambición e instinto letal a los zaragocistas, que dejaron muy solo a Suazo, incapaz de luchar contra todos arriba y sin opciones para fabricarse alguna jugada de gol. Eran seis contra uno que, además, estaba muy alejado del marco de Coltorti. Cuando se rompió el partido en la segunda parte, aunque dominó más el Racing, las mejores ocasiones fueron para el Real Zaragoza. Especialmente la de Ander Herrera, que no supo definir ante el meta suizo con el tiempo cumplido.

Da la impresión que Gay plantea bien los partidos pero no sabe improvisar sobre la marcha. Que tarda en hacer los cambios y no acierta en las posiciones. El técnico está aprendiendo y soporta bien la presión, pero le falta descaro y chispa. Mantener la puerta a cero es importante pero quizás no sea suficiente. El futuro es complicado y habrá que ver cómo salimos del partido ante el Barcelona y acudir a Almería para ganar y sumar tres puntos de los dieciséis que nos quedan para asegurar, más o menos la permanencia. Y luego llega el Valencia a la Romareda, en otro partido donde parten como favoritos los levantinos...

Vamos, que el domingo el Real Zaragoza sumó una decepción más. Que se añaden a la derrota frente al Sporting y a los empates ante el Valladolid y el Atlético de Madrid.

lunes, 8 de marzo de 2010

Falta de ambición

La afición se apagó como la luz al sucumbir ante una tormenta. Toda la tensión acumulada durante más de noventa minutos desapareció en el ambiente al marcar el empate el Atlético de Madrid. Resulta de todo punto incomprensible cómo, con un hombre más sobre el terreno de juego, fue imposible mantener la exigua renta conseguida al comienzo del partido. Se perdieron dos puntos que pueden resultar vitales para la permanencia, si tenemos en cuenta que Barcelona y Valencia son los próximos invitados a la Romareda. Y cinco puntos pueden parecer muchos, pero resultan insuficientes en casos de necesidad.

Gay no interpretó bien el partido y prefirió amontonar hombres en el centro del campo para hacer más pesado el ataque rojiblanco. Pero, tras la expulsión de Reyes, tenía que haber situado a Colunga al lado de Suazo para fijar a los defensas atrás y crear más huecos para conseguir un segundo gol y matar el partido. Quedar a merced del Atlético de Madrid durante casi toda la segunda parte no parece el mejor sistema para ganar los partidos. Funcionó contra el Sevilla, pero no siempre se puede mantener la puerta a cero y menos cuando la urgencia aprieta.

De uno en uno es muy difícil llegar a los cuarenta y dos puntos que parece se necesitarán para mantener la categoría porque aún falta una eternidad para conseguirlos y cada vez falta menos Liga. Me da la impresión que falta una vuelta más a la cuestión psicológica, que todavía existe una debilidad latente en la plantilla que les impide mantener una regularidad en la Romareda, donde resulta muy difícil ganar. Y es en casa donde hay que cimentar la permanencia, como hacen el resto de los clubes que luchan por eludir los puestos de descenso.

Ahora consiste en ganar en Santander, un campo propicio para el Real Zaragoza y que debe suponer la tercera victoria fuera de casa. Y, en el mejor de los casos, solamente serían 28 puntos acumulados en el casillero, a la espera de un Barcelona que desea salir de la crisis con otra goleada como la consumada en su estadio al comienzo de la Liga. messi, Ibrahimovic y compañía ya se están relamiendo con delectación a la espera de romper, furiosos, las redes de la portería de Roberto.