sábado, 27 de noviembre de 2010

Sin remedio

A mi no me sorprende nada lo que está ocurriendo. Ni me "está gustando nada" este Real Zaragoza. Lo dije durante la pretemporada y me reafirmo en mis palabras: no hay una plantilla suficiente para eludir el descenso o, por lo menos, para caminar con dignidad por la Primer División. En el mejor de los casos habrá suerte, ficharán a tres o cuatro futbolistas y habrá tres peores que nosotros pero la situación es tan agónica y lamentable como desde el comienzo de la Liga. Es verdad que el Villarreal es el tercer mejor equipo de la Liga pero hoy, si hubiera necesitado marcarnos siete goles, lo hubiera hecho.

Este Real Zaragoza no tiene remedio y cada vez se nota con mayor presencia el olor a descomposición de un cadáver que, si se mueve, es por los gusanos que devoran su cuerpo. La afición se ha marchado después del tercer gol de los levantinos y ya ni abuchean al presidente, que ha agotado casi todos sus cartuchos. Solamente le queda despedir a Herrera y Prieto, que pintan lo que "Pichorras en Pastriz" y que por vergüenza torera se tendrían que ir a su casa.

Me destroza el corazón ver cómo se arrastra un club de la categoría que tuvo el Real Zaragoza y cómo están dejando unos y otros que esta situación se prolongue en el tiempo sin hacer nada. Si se desciende la desaparición estaría servida, con casi toda seguridad, y comenzar desde la Tercera División no sería digno para una ciudad como la capital de Aragón.

Les pido a los dos grupos empresariales que parece están intentando mover la compra de la entidad que se den prisa, que aún hay tiempo. Todo cambiaría con un cambio de accionariado porque, con savia nueva, hasta los políticos echarían una mano para impedir que una catástrofe futbolística nos arrase.