miércoles, 10 de noviembre de 2010

El cuento de la lechera

Gay estaba eufórico el domingo después del triunfo ante el Mallorca y se permitió licencias propias de un profesional en formación y con demasiada tensión acumulada. Daba la impresión que los males del Real Zaragoza procedían de los medios de comunicación, acusaciones que ya Agapito y Prieto habían expresado anteriormente para eludir los abucheos de la afición blanquilla sin éxito. Aurelio, crecido por la borrachera de la victoria ante los baleares, pensaba que ganarle al Mallorca iba a llevar implícito el éxito en la Copa y posteriormente la definitiva resurrección contra el Sevilla.

Pero, como en el cuento de la lechera, el contenido del cuenco se derramó hasta la última gota dejando empobrecida a la muchacha. El Real Zaragoza hizo el ridículo ante un Segunda que pudo haber goleado a los maños a la contra. El propio técnico reconoció la inferioridad de los aragoneses ante el equipo de Pepe Mel y asumió los errores infantiles de un equipo que se entrega hasta la extenuación pero que no tiene gol y puede perder ante cualquiera.

La Romareda es un cachondeo y nos saquean conjuntos que antaño mordían el polvo sin contestación posible. Nuestra tradición copera se ha esfumado, ya no somos nadie y todos nos pasan por encima sin reconocer nuestro glorioso pasado.

El equipo está fundido, Ánder se lesionó dejando evidencias de una ansiedad que limitan su calidad y la fragilidad defensiva solamente es comparable a la incapacidad en el ataque. Nada nuevo desde agosto y tan predecible como cierto. ¿Cómo afrontarán el choque ane el Sevilla? ¿Serán capaces de seguir luchando cuando tienen en su frente marcada la P de perdedores?

La única verdad es que han ganado un partido de diez, que son penúltimos y que han sido eliminados a las primeras de cambio por un Segunda. Lo demás son milongas que ya no engañan a nadie. Y yo estoy hasta los mismísimos de que me los toquen... que ya vale de cachondeo.