lunes, 27 de septiembre de 2010

¿Acaso esperábais que ganáramos?

Me da la sensación que el Real Zaragoza es incapaz de ganarle a nadie. Se arrastra por los campos de la Primera División sabedor de su inferioridad y sin poner nada más que sus escasas fuerzas para contrarrestar los goles de los demás. No hemos jugado contra adversarios de un gran nivel y el resultado ha sido terrible, con un arranque de temporada de record y una desilusión que ha prendido en el corazón de los seguidores zaragocistas.

La plantilla es insuficiente, falta de calidad y sin jugadores que marquen la diferencia. Damos más pena que otra cosa y somos los últimos con absoluto merecimiento. Los peores, los más vulnerables, un club que ha dilapidado en tres años todo el prestigio acumulado en 75 años de historia.

Sinceramente no he conocido un equipo tan deficiente en los treinta y cuatro años que llevo trabajando en los medios de comunicación. Y tampoco un futuro tan negro como el de ahora. ¿Acaso esperábais que ganáramos? Con sinceridad, con la mano en el corazón, la gran mayoría sabíamos que el Real Zaragoza saldría con la cesta vacía del Manzanares, sin nada que traer a la capital aragonesa. Como no sea la urgencia de disputar una nueva final frente al Sporting el próximo sábado que sería, en el mejor de los casos, engordar para morir.