Por fin comenzó la Liga después de los sobresaltos de la última semana que favoreció la actuacion de uno de los componentes de la dirección deportiva del club. Prieto quedó como Cagancho en Albacete y con los pantalones a la altura de los tobillos, espectáculo en si mismo muy desagradable.
Menos mal que las sensaciones generadas en Riazor fueron positivas, ya que el Real Zaragoza demostró más hechuras y solidez que los gallegos. Faltó el gol, pero eso ya lo sabíamos, aunque las mejores ocasiones las tuvo el Real Zaragoza en las botas de Jorge López y Marco Pérez.
Aunque no hubo espectáculo y se jugó a ráfagas, da la impresión que Gay sabe a lo que juega. Exactamente a lo mismo que otros diez o doce equipos en la categoría, que lucharán por una permanencia lo menos traumática posible. La banda izquierda con Obradovic y Bértolo fue lo mejor de un equipo que parece bien trabajado físicamente. Habrá que esperar a las dos próximas semanas para que encuentre la forma Lafita y Sinama, o el delantero centro que venga si viene, le den mayor profundidad y capacidad letal a los maños.
De momento, prueba superada, a la espera del primer partido en la Romareda donde el Real Zaragoza deberá dar un mejor trato de balón en el centro del campo y buscar con más insistencia a Ander Herrera.