martes, 1 de septiembre de 2009

Una solemne tomadura de pelo

Ha sido una noche muy larga, donde parecía que se vislumbraba un foco de luz por donde el sol rompería las tinieblas. Pero la resolución, pasadas las 12, ha sido tan vacía como carente de sentido. Sólo uno de los seis jugadores "prescindibles" para el técnico ha encontrado salida en el mercado.

Para colmo, no han podido convencer a un cabreado Ewerthon de que se vaya y se paralizan todas las negociaciones de tal manera que no hay liquidez para comprar. Solamente se aportan 2,5 millones de euros para recomprar a Lafita que no era una prioridad para colmo. Y lo que es peor, se desata la tormenta con Lendoiro, que amenaza con recurrir a los tribunales mientras el canterano está inscrito provisionalmente a falta de resolver el expediente abierto por la Liga.

El Real Zaragoza han perdido la poca credibilidad que tenía ante su afición y afronta la temporada con un equipo débil e insuficiente como ha quedado demostrado durante el mes de agosto. Ha mareado tanto la perdiz que al final se ha quedado sin nada y el técnico ya ha advertido que la plantilla dista mucho de lo que le habían prometido.

En estos momentos me encuentro sorprendido, desorientado y presa de una gran preocupación por la escasa capacidad de gestión de los responsables deportivos del club. Espero que se expliquen de manera convincente y no le echen la culpa al mensajero, como siempre. La afición merece que les diga alguien lo que ha pasado y que su exposición sea convincente.