domingo, 11 de abril de 2010

Pero, ¿qué cachondeo es este?

No sé si a ustedes les gusta que les tomen el pelo; a mí, no. Y lo ocurrido en el Reyno de Navarra es un cachondeo inaceptable que podría traer gravísimas consecuencias en las próximas jornadas de Liga. Ya me pareció que a lo largo de la semana el partido se tomaba con frivolidad, sin la seriedad necesaria para acudir a un campo tan difícil como el antiguo Sadar. Parecía, como en Almería, que todo estaba hecho y que iban a Pamplona a una merienda campestre. Y ciertamente, se nos merendaron y sin tiempo para poner el mantel. Quedaba muchos minutos para que se consumase la derrota, pero la impresión era que el equipo se había venido abajo con el tempranero gol de Aranda y que estaban loquitos por terminar el encuentro.

Gay se equivocó otra vez y en un partido muy físico, sin que tuviera pinta que los centrocampistas fueran a tocar el balón, colocó a Jorge López como enganche y le arrojó a los leones. Ni jugó un buen partido (no lo hicieron ninguno de los que salieron al terreno de juego), ni era lógico que su actuación fuera satisfactoria. Grave error táctico del entrenador que volvió a realizar los cambios tarde y si efecto, porque los suplentes no mejoraron en absoluto lo puesto en escena por los titulares.

¿A qué se creen que están jugando estos chicos? ¿Acaso piensan que no va a ganar ninguno de los de abajo y tenemos cerrada ya la permanencia? ¿Se creen que somos gilipollas? Tanta tontería nos puede meter otra vez abajo si no vencemos al Mallorca, porque ir a ganarle al Athletic en San Mamés, no se les ocurría ni a las plantillas más brillantes de la historia del zaragocismo. Y luego viene el Real Madrid a la Romareda, que nos volverá a sacar los colores e intentrar hacernos otros diez, como nos endosó el Barcelona en dos partidos...

Qué manera de tirar un partido. Como ocurrió en Valladolid, en Santander, en Almería, frente al Sporting o contra el Atlético de Madrid, por citar solamente los últimos. Ya lo comentó al final del partido Gay, que les echó todas las culpas a sus jugadores por haber sido tan "blanditos". Yo les hubiera hecho volver andando desde Pamplona para que aprendan a cumplir con su trabajo y se dejen de milongas, que ya está bien.