lunes, 1 de febrero de 2010

Es una buena señal

Que se haya cerrado el fichaje de Edmilson pocas horas después del triunfo del Real Zaragoza, es una buena señal. Por fin se ha roto el maleficio del equipo aragonés fuera de casa, se ha puesto punto final a diez jornadas consecutivas sin ganar y se ha remontado un partido. Todo esto frente al Tenerife, equipo al que se iguala en la tabla y máximo rival en la lucha por la permanencia. Ahora se trata de seguir sumando puntos, los tres próximos ante el Sevilla en la Romareda, y coger carrerilla para ire dejando adversarios por debajo.

La del domingo fue una victoria agónica, producto de la rabia y la necesidad, más que de fútbol. Pero ahora estamos para ganar, sin pensar de qué manera lo hacemos y con qué medios. Pero siempre no se puede vencer a un adversario así, porque estas cosas ocurren muy de vez en cuando y no hay que tentar a la suerte.

Carrizo está seguro en la puerta, Contini demuestra la contundencia que le precede, Colunga la calidad que atesora y Suazo los goles que prometía. Ahora consiste en serenarse, jugar al fútbol y que cada uno ocupe su posición sobre el terreno de juego. La llegada de Edmilson tiene que darle cuajo al equipo en el centro del campo; no sé en qué condiciones llegará al Real Zaragoza pero su experiencia y su historial es impresionante.

Es de suponer que todavía faltan dos o tres semanas como mínimo para que tantos refuerzos dejen de ser caras nuevas y se conviertan en jugadores fundamentales para un equipo que nada tiene que ver con el que comenzó el campeonato. No había alma, parecía un vestuario muerto, rendido al descenso. Ahora todo cambia, eso sí, muy tarde. Porque todo esto de se debía haber hecho en agosto, en vez de en el mercado de invierno más prolífico de toda la historia del club.

Solamente deseo que no sea tarde y que toda esta efervescencia dure hasta final de la Liga, que sigue muy difícil y que nos traera todavía algún disgusto. Pero, mientras tanto, es importante tomar un respiro y disfrutar de una victoria que puede suponer algo más que tres simples puntos.